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La Casa de los Condes

El Condado de Lumbrales es un título nobiliario español creado en 1888 por la reina regente María Cristina, durante la menoridad del rey Alfonso XIII, a favor de Ricardo Jaime Pinto da Costa y Fernández, empresario portugués y cónsul en La Fregeneda, por su decisivo impulso en la construcción de la vía férrea que uniría hasta 1985 los núcleos de La Fuente de San Esteban y Barca d'Alba.

Ricardo Pinto da Costa estuvo casado con la lumbralense Francisca Bartol, hija de los propietarios del solar que hoy se conoce como "casa de los abuelos". Allí construyó su vivienda y, al lado, levantó el palacete conocido como Pabellón de la Infanta, donde esperaba recibir a la reina con motivo de la inauguración del ferrocarril Boadilla-Barca d'Alva. Al final María Cristina de Habsburgo, entonces regente por la minoridad de Alfonso XIII, no acudió a la cita, pero sí lo hizo, aunque meses después, la infanta Isabel de Borbón, conocida como la chata, a quien el Conde "obsequió con un espléndido lunch, servido por Lhardy", junto al resto de los expedicionarios.

María Gabriela Morgado Müller, viuda de Ricardo Pinto da Costa Leite, III Conde de Lumbrales, vendió estas propiedades al Ayuntamiento de Lumbrales el 24 de febrero del año 1968.

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Imagen de los Condes en el patio de la Casa
Armas de Ricardo Pinto da Costa, I Conde de Lumbrales
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El Museo Textil

En la Casa de los Abuelos se ubica actualmente el Museo Textil de la villa. Recoge los objetos, útiles, instrumentos y máquinas más importantes del proceso de elaboración de la lana. Lumbrales, en el período de finales del s. XVIII, gozó de gran prestigio y admiración, debido al florecimiento de “telares” y “tornos de hilar” que hicieron de la villa un lugar industrioso y poblado.

En ese período había 106 telares con 270 tornos de hilar, en los que se tejían mantas, paño, basto, sayal y jerga.

Había en la villa 77 fabricantes que empleaban 400 oficiales sin incluir las mujeres que hilaban el estambre a mano; cada telar ocupaba a dos cardadoras, un pasador de canillas, un tejedor y tres hilanderas.

Consumían anualmente esos telares 164.921 Kgs. de lana en sucio, sin incluir la que producían los ganados del pueblo.

Gran parte de los producido por los fabricantes era vendido en el reino de Portugal, sin pagar aduanas (privilegio concedido por el rey Carlos III), lo que propició el florecimiento de la industria textil de la villa.

 

El progresivo desarrollo de los telares se manifestó en el aumento de los “batanes” (máquinas compuestas de mazos de madera que golpeaban y enfurtían los paños), situadas en la orilla del río Camaces.

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Telar textil del siglo XIX cedido por Juan Cambón, uno de los últimos industriales, quien estuvo trabajando con él hasta mediados del siglo XX

En la Casa de los Abuelos puede visitarse también una interesante EXPOSICIÓN DE MAQUETAS cedidas por Agustín Villoria en mayo de 2019.

La muestra recoge reproducciones de la iglesia, la ermita y la torre del reloj de la villa, así como una fiel muestra de distintos oficios antiguos 

Carpintero de profesión, y artesano por afición desde siempre, Agustín Villoria ha aprovechado los años de su jubilación para realizar reproducciones en madera de los monumentos más representativos de la villa de Lumbrales – la Iglesia Parroquial, la Torre del Reloj y la Ermita del Humilladero-, además de una completa colección de los Oficios de Antaño.

La cesión será por tiempo indefinido según los deseos del autor, que “desde hace tiempo tenía la ilusión de mostrarlas todas juntas"-

En una de las dos salas de la planta baja del edifico anexo al patio de la casa de los Condes se han instalado las maquetas de gran tamaño de la Iglesia Parroquial, la Torre del Reloj y la Ermita del Humilladero. Se trata de reproducciones a escala realizadas con gran detalle tanto del exterior como de su interior, auténticas obras de arte salidas del ingenio, la habilidad y el trabajo de muchas horas.

La segunda de las  salas de exposición acoge las maquetas de siete oficios de antaño: la carpintería, la albañilería, la fragua, una huerta, un molino harinero, un lagar de vino y un telar, representativo de la industria de la lana que fue tan importante en Lumbrales hasta mediados del siglo XX. Todos estas reproducciones están hechas con piezas muy pequeñas y con todos los detalles, incluidas las herramientas y en muchas de ellas con movimiento. 

Esta interesante colección de trabajos en madera, a la que se accede desde el patio de la Casa de los Condes, se puede visitar en el horario de apertura de la Oficina de Turismo.

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Agustín Villoria, artesano

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Fachada este de la Casa de los Condes, exterior e interior
Patio interior y fachada oeste de la Casa de los Condes
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